15 julio 2008

¡Vaya piña!

¡Hey, hey, hey!



Cuanto tiempo, vaya. Es lo que pasa con los exámenes finales, que te pones a empollar, acabas el colegio, recibes a un guiri en casa y te acabas rompiendo los brazos. Literalmente. Me explico.

Pues eso, despues de pelarme los codos a estudiar durante todo un trimestre, acabas el colegio más descansado que después de haber parido. Aparte de estudiar para alimentar mi ego (últimamente un poco desinflado), lo hacía por recompensa. Si sacaba ocho sobresalientes (barbaridad) me compraban el portatil de la foto. Está mu chulo: proc. Intel Core 2 Duo t8300 a 2,4 Ghz, 4 GB de DDR2, salida HDMI, etc.


No saqué 8, sino 5, así que el que iba a ser mi superportatil se quedó en un super-reproductor multimedia: un iPod Classic con 80 GB de disco duro.Es es cacharrito de la foto también. El unico problema del cacharrito este es que no podré colmarlo, pues mi ordenador (del Paleolítico inferior) no tiene 80 GB.



Dejemos de lado el asunto este ya. Sobre lo del guiri... vimo un alemán a casa y me lo pasé de puto lujo. Ya está.
Y lo de los brazos rotos es verdad, no exagero. Iba yo con la bici por el río (superando la barrera del sonido) y se me cruzó un abuelo. El el videojuego te dan 150 puntos por cargarte a un viejo en bici, pero... no era un videojuego. De ello me di cuenta en cuanto aporreé el freno y salí despedido por encima de la bici para no matar al susodicho viejo. Misíon cumplida: el viejo salió ileso. Consecuencia: me rompí el cúbito izquierzo y el quinto de la derecha. Vino la ambulancia y todo. Lo peor fué los 3 días de hospital que me chupé. Pero vaya piña... La izquiera escayolada hasta el hombro la derecha hasta el codo con célula.
Así que ya sabeis: visitadme, traedme flores, escribidme un mail... que soy un lisiado desvalido.